Migración


Los extranjeros, siete hombres y cuatro mujeres, fueron hallados en la comunidad costera de Xcalak, a dos horas de esta ciudad, tras una llamada anónima.

Por: Notimex

Chetumal. Un grupo de 11 balseros cubanos fue encontrado en la zona de la Costa Maya, en el municipio de Othón P. Blanco, cuando se escondía en un templo protestante, informó el delegado interino del INM, Eulalio González.

El funcionario del Instituto Nacional de Migración (INM) en Chetumal informó que los extranjeros, siete hombres y cuatro mujeres, fueron hallados en la comunidad costera de Xcalak, a dos horas de esta ciudad, tras una llamada anónima.

Destacó que los indocumentados presentan buen estado de salud y aclaró que no detectaron la embarcación en la que pudieron haber llegado al poblado, que en su mayoría se dedica a la actividad pesquera.

Los cubanos fueron trasladados a la estación migratoria de esta ciudad capital, donde posiblemente pasen de 30 a 40 días de detención, según las instrucciones que den las embajadas de México y Cuba, después de los reportes correspondientes.

En caso de vencerse el plazo sin ninguna instrucción, los cubanos probablemente tendrán que ser liberados como ha sucedido recientemente con otro grupo que pagó 500 pesos cada uno y se marcharon en autobús comercial hacia la frontera con Estados Unidos.

Los caribeños declararon que llegaron a Quintana Roo por cuenta propia, sin pollero de por medio, en una embarcación de precarias condiciones.

En lo que va del año, alrededor de 300 cubanos han sido detectados y detenidos en el sur de Quintana Roo, la mayoría de ellos fueron liberados y en un alto porcentaje se tienen reportes de que alcanzaron a cruzar a Estados Unidos.

Por: Huber Matos Araluce

Antes de julio del 2006, mes en que Fidel Castro fue internado con urgencia por supuestos problemas gastrointestinales, la cúpula del poder en Cuba ya estaba al tanto que Castro había entrado en una etapa irrecuperable. El diagnóstico médico previo era preocupante, el Comandante en Jefe estaba perdiendo su capacidad mental, había sufrido más de una isquemia y las consecuencias de la próxima podían ser devastadoras. Tenían que prepararse para lo peor. ¿Cómo reaccionaría la población el día en que muriera? ¿Como podría manejarse una sucesión con éxito? El panorama no era alentador.

El romance mediático mundial con el castrismo estaba concluyendo. Los «logros» de la Revolución se habían ido evaporando y los medios de comunicación internacional ya no los disimulaban como antes. La producción de azúcar había sido reducida a una mínima fracción de los buenos tiempos y los demás sectores agrícolas estaban en iguales o peores condiciones. Tampoco podían esconderse los problemas en el campo educativo y el deterioro de la salud pública. La ausencia de Fidel Castro crearía expectativas, presiones y curiosidad sobre las verdaderas condiciones del pueblo cubano.

La pérdida de la subvención venezolana daría inicio a una crisis en Cuba muy difícil de controlar. Chávez podía perder el poder, en consecuencia el flujo de petróleo desde Venezuela no está garantizado. Ese petróleo evita la paralización del transporte y la generación de electricidad en Cuba, además una parte se vende para pagar las importaciones del 64% de los alimentos que representan la canasta básica de la población. El fracaso de Chávez en el referendo de diciembre del 2007 fue una señal adicional de peligro.

Aunque Washington había repetido públicamente una y otra vez que no aceptaría como sucesor a Raúl Castro, la administración del Presidente Bush haría lo posible por no estimular una crisis en Cuba. Su gobierno estaba demasiado preocupado por una eventual inmigración ilegal masiva desde la isla. Además, entre Iraq, Afganistán, Al Qaeda, Irán y la impopularidad mundial, la Casa Blanca estaba bien enredada. Un triunfo del Partido Demócrata en Noviembre del 2008 era esperanzador para la cúpula castrista.

En Europa el gobierno español seguiría defendiendo los intereses de sus empresarios en Cuba. Estos controlan una buena parte de la industria turística de la isla. Por esta razón y para explotar el sentimiento anti norteamericano entre los españoles, el gobierno socialista continuará insistiendo en el seno de la Unión Europea en que hacia Cuba, una política de acercamiento es más efectiva que una de enfrentamiento y presión. El grupo que heredaba la sucesión podía convencer a España de que harían una apertura en Cuba. Mientras ésta no pusiera en peligro su casi monopolio del turismo en la isla, los españoles continuarían colaborando.

La situación interna era bastante más complicada. Aun manteniéndose el suministro de petróleo venezolano la economía de la isla seguiría deteriorándose, o en el mejor de los casos su crecimiento sería inferior a las necesidades de la población. La nueva generación de cubanos está frustrada y el sueño de los jóvenes es huir de Cuba hacia los Estados Unidos. No puede descartarse que en determinadas circunstancias ese descontento se convierta en exigencias y eventualmente en retos al gobierno.

La mayoría de las personas vinculadas directamente al gobierno o sus a organizaciones, incluyendo los militares, están descontentos. La sucesión estaba convencida que no podía contar con el apoyo incondicional de estos cubanos. Aunque el nivel de vida de este grupo es superior a la de la mayoría de la población, ellos saben que es inferior al que podrían disfrutar si el sistema permitiese ciertas libertades. La ausencia del Fidel Castro haría cada vez más difícil justificar los errores y excesos de sus decisiones.

Una y otra vez la disidencia ha sobrevivido la represión. Aunque estos grupos de oposición han sido aislados de la población por el acoso permanente y la falta de acceso a los medios de comunicación, los mismos siguen siendo objeto de interés en el exterior. La desaparición de Fidel les daría energía y protagonismo. No podía descartarse que a pesar de los esfuerzos por mantenerlos divididos, estos se pudieran unir y convertirse en una opción política para la población.

Ante todas estas circunstancias, el grupo sucesor decretó que la salud de Fidel Castro era un secreto de Estado. Aunque lo tienen aislado, se insiste en su recuperación y no han dejado de aparecer artículos supuestamente escritos por él. Se apoyó a Raúl Castro como «el cancerbero de la Revolución»* y se comenzaron a crear expectativas de cambios con el fin de ganar tiempo y espacio dentro y fuera de Cuba.

Acuerdo Migratorio Cuba MéxicoMEXICO (AFP) – Una delegación del gobierno cubano iniciará el martes en México negociaciones por un acuerdo migratorio que llene el vacío legal que padecen en México los ciudadanos de la isla, quienes muchas veces enfrentan procesos irregulares y son víctimas de abusos. Autoridades cubanas estarán en México el martes y miércoles «tal y como se acordó en la reunión entre el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, y su homóloga Patricia Espinosa en marzo pasado en La Habana», confirmó la oficina de prensa de la embajada cubana en México. El 14 de marzo los cancilleres retomaron la relación bilateral que había estado prácticamente congelada desde 2004 y acordaron firmar en septiembre próximo un acuerdo migratorio que asegure un flujo «legal, seguro y ordenado».

Organizaciones no gubernamentales denuncian que debido al vacío legal existente en materia migratoria muchos cubanos que son detenidos en México padecen violaciones de los derechos humanos.

«Las condiciones de detención en las que se encuentran personas de origen cubano dentro de las estaciones migratorias de México, están rodeadas de irregularidades y violaciones a derechos fundamentales, más allá de las comúnmente documentadas», dijo a la AFP la organización Sin Fronteras.

De acuerdo con Sin Fronteras, en el último año se ha incrementado el número de migrantes de nacionalidad cubana que ingresan a México, aunque autoridades del país de destino se niegan a revelar la cifra.

Mientras, el número de cubanos detenidos en las estaciones migratorias aumenta sostenidamente desde 2002, cuando fueron aprehendidos 159, mientras que en 2003 se arrestaron a 305 y en 2004 a 779 migrantes de la isla, según el Instituto Nacional de Migración (INM).

Las cifras de los últimos tres años se desconocen, debido a que el INM decidió reservar esa información.

«Embarcaciones de gran capacidad llegan regularmente a las costas de Pinar del Río y de Habana Campo en Cuba y sacan a unos 80 o 90 cubanos para llevarlos a Cancún (este de México)», señaló Eduardo Matías Ferrer, director de la Casa del Balsero y el Migrante Cubano en México.

Estos migrantes, llamados de cinco estrellas, llegan a pagar hasta 15 mil dólares para permanecer resguardados en Cancún en una casa de seguridad y después ser trasladados en pequeños grupos hasta la frontera con Estados Unidos, donde acaba la travesía, detalló el activista.

La ley conocida como de «Pies secos, pies mojados» en Estados Unidos, permite a los cubanos que llegan por tierra acceder a una situación migratoria legal, mientras que los que son detenidos en el mar son inmediatamente deportados hacia Cuba.

Pero un número indeterminado de cubanos sin recursos que llegan a México en embarcaciones pequeñas o desde Centroamérica terminan en estaciones migratorias, donde frecuentemente son objeto de abusos.

Esta situación extraordinaria ha resultado en el cobro de altas multas hacia los migrantes cubanos, por encima de los montos para otras nacionalidades establecidos por el INM.

Ambas organizaciones, consultadas por la AFP por separado, denunciaron que los cubanos en muchos casos permanecen en las estaciones migratorias más de lo 90 días reglamentarios y «si la detención se prolonga se deterioran las condiciones de la reclusión».

Eduardo Matas López Ferrer«Entre agosto y diciembre de 2007 se produjeron al menos tres fallecimientos por negligencia y maltrato en las estaciones migratorias de Cancún y Chiapas, y el INM se ha negado a aportar toda información al respecto», según Matías.

El director de la Casa del Balsero aseguró que «el consulado cubano no da ningún auxilio a sus connacionales retenidos en las estaciones migratorias e incluso se niega a asumir el traslado a su país de los cadáveres de los balseros que han muerto».

Por: Rafael Rojas

María Zambrano escribió que el exilio se presenta ante quienes lo padecen como una condición interminable o eterna: «La inmensidad, el ilimitado desierto, la inexistencia del horizonte y el cielo fluido. La existencia del ser humano a quien esto acontece ha entrado ya en el exilio, como en un océano sin isla alguna a la vista, sin norte real, punto de llegada, meta». Sin embargo, María Zambrano regresó a su patria en 1984, después de 45 años de peregrinación, y murió como persona en democracia.

La actual sucesión cubana da la razón a quienes, en las dos últimas décadas, han sostenido que la revolución, entendida como cambio social promovido por un Estado, terminó hace mucho tiempo, y que lo que subsiste en la isla es un Gobierno autoritario que administra conflictos domésticos. Pero que la revolución haya terminado no significa que su contraparte histórica, el exilio, también concluya.

En el lenguaje del poder cubano la palabra revolución funciona como sinónimo de socialismo y patria, a pesar de que los tres términos posean significados distintos. La confusión se debe a que en el habla oficial todos los conceptos y símbolos nacionales desembocan en el mismo campo semántico: el de un régimen de partido único y economía estatal, encabezado desde hace medio siglo, por los hermanos Fidel y Raúl Castro.

Llamar revolución a un orden institucional, copiado del soviético, como el que funcionó entre 1971 y 1992, no pasa de un ardid simbólico de las élites del poder insular. Más absurdo aún resulta entender como revolución lo que viene sucediendo en Cuba en los últimos 16 años, cuando se ha producido un cambio social que el Gobierno no quiso ni propició y que apenas en los últimos meses comienza a ser legalmente reconocido.

El exilio, como es sabido, no surgió como reacción contra aquella revolución que triunfó en enero de 1959, sino contra la radicalización comunista del Gobierno revolucionario entre 1960 y 1961. Lo decisivo para la formación de cualquier comunidad exiliada, en la España de Franco, la Rusia de Stalin, la Alemania de Hitler, el Chile de Pinochet o la Cuba de Fidel, es la ausencia de libertades públicas, la imposibilidad de ser opositor sin arriesgar la vida o perder la libertad.

De ahí que aunque la revolución haya terminado y aunque la definición ideológica del régimen tome una tímida distancia del «marxismo-leninismo», la experiencia del exilio seguirá reproduciéndose mientras la ciudadanía carezca de derechos de asociación y expresión.

El Gobierno de Raúl Castro puede declararse mañana a favor de una «economía social de mercado», abrir la pequeña y mediana empresa privada, dejando intacto el partido único y penalizando el ejercicio de algunos derechos. Aún en ese escenario poco probable, de verdadera apertura económica con cierre político, habrá exilio.

Si en Cuba se produjera una transición a la democracia y dentro de cinco o diez años se concedieran plenos derechos civiles y políticos, muy pocos de los exiliados actuales se repatriarían. En Miami, Madrid, Barcelona, París y México seguirán viviendo cubanos, afincados en esas ciudades, pero con una relación muy distinta con el país de origen que, finalmente, reabre sus puertas. Entonces no dejará de haber emigrantes cubanos, pero será muy difícil llamarlos exiliados.

Los exilios duran lo mismo que los regímenes que los producen. En el caso de Cuba, por lo prolongado del régimen, es inevitable que el exilio cambie. Cambia de muchas maneras, pero, sobre todo, generacional e ideológicamente. Las diferencias entre un cubano que llegó a Miami en 1961, otro que llegó por el Mariel en 1980, un balsero del 94 o uno que se ganó la lotería de las visas en el 2002 son palpables. Los cuatro dejaron atrás un país diferente, aunque sueñen con un futuro parecido.

El exilio y el régimen que lo produce son antípodas, pero no entidades equivalentes. Un exilio es una comunidad civil, cultural y política, no un Gobierno y mucho menos un Estado. Es error de algunos exiliados considerarse gobierno y es malicia del régimen de la isla presentar a Miami como un Estado opositor. De ahí que sean injustos la medición del éxito o el fracaso y el veredicto sobre la eficacia política de sujetos tan disímiles.

Mucho se ha hablado, y con razón, del triunfo económico del exilio y de la dinámica inserción de los cubanos en la política de Estados Unidos. Muchas veces se contrapone esa historia de éxito al fracaso que representa la persistencia del régimen cubano. El exilio, en efecto, no ha logrado su objetivo histórico: generar un cambio de régimen en la isla. Sin embargo, pocas veces se repara en el hecho de que, ideológicamente, el exilio y la oposición también pueden atribuirse la victoria.

Cuando por mero afán continuista o por malabares de la sobrevivencia, los gobernantes cubanos reconocen que la política económica de la isla es «obsoleta», que la gran literatura exiliada «forma parte del patrimonio nacional» o que el «socialismo debe democratizarse», es difícil no concluir que, a regañadientes, están dando la razón a sus críticos y adversarios. Los nuevos gobernantes de Cuba se apropian, de manera incompleta y autoritaria, de las ideas que durante medio siglo han sostenido la oposición y el exilio.

¿Cuántos intelectuales, académicos o funcionarios han tenido que exiliarse en los últimos veinte años por defender abiertamente el mercado libre campesino, la pequeña y mediana empresa privada, la tolerancia de la crítica en los periódicos o el respeto a la comunidad exiliada? Los 75 disidentes encarcelados en la primavera de 2003 y los 300 presos políticos, que malviven en Cuba, perdieron su libertad por sostener públicamente muchas ideas que hoy acepta el Gobierno de Raúl Castro.

La meta de los exiliados cubanos, con independencia del método utilizado, ha sido siempre la democracia. Aunque todavía se vea lejana, cuesta trabajo imaginar que esa meta no se alcanzará en el futuro de Cuba. Quienes la alcanzarán no serán, probablemente, muchos exiliados y sí algunos de los que hoy se presentan como sus enemigos más feroces. Esa paradoja, de derrota política y victoria ideológica, debe ser asumida en toda su tragedia, en toda su amarga epopeya. Reconocer al exilio como precursor de la democracia cubana será una tarea intelectual del futuro.

El Gobierno de Raúl Castro, aunque aparentemente dispuesto a avanzar en una reforma económica limitada, mantiene la misma actitud de soberbia de su antecesor, al desconocer la legitimidad histórica de la oposición y el exilio. Ese Gobierno no sólo conserva las mismas prácticas represivas, como vimos recientemente con la «dispersión» de las Damas de Blanco, sino el mismo lenguaje descalificador que identifica a los opositores con un sujeto «antinacional».

Las élites sucesoras parecen no advertir que el inmovilismo político puede conspirar contra la deseada popularidad de las reformas, dentro y fuera de la isla.

Por: Redacción EER

Defensores de los derechos de los emigrantes acusan de corrupción a las autoridades mexicanas y de abandono a los representantes diplomáticos de La Habana.

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En conferencia de prensa en la sede mexicana de la ONU

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En conferencia de prensa en la sede mexicana de la ONU, el Dr. Jorge Bustamante, Relator Especial para los Migrantes

Grupos defensores de los derechos de los emigrantes en México denunciaron ante un relator de la ONU la situación de los indocumentados cubanos recluidos en estaciones migratorias, acusaron a las autoridades mexicanas de corrupción, y a los representantes diplomáticos de La Habana de desentenderse de los problemas de sus compatriotas.

Según informó a ENCUENTRO EN LA RED Eduardo Matías López Ferrer, presidente de la Asociación Cívica Cubano-Mexicana (ACCM), en marzo pasado su organización y la Casa del Balsero y el Migrante Cubano entregaron, durante un encuentro con el relator de la ONU para los Derechos de los Migrantes, Jorge Bustamante, un dossier con denuncias de grupos defensores de los derechos humanos, dos de ellos estadounidenses, y artículos de la prensa mexicana que evidencian los problemas de los indocumentados.

López Ferrer calificó de «terrible» la situación de los emigrantes cubanos «asegurados» en las estaciones migratorias de México, y añadió que las autoridades mexicanas son especialmente duras con los «balseros».

«Asegurados» es el término que utilizan los funcionarios mexicanos para referirse a los ilegales retenidos.

El activista afirmó que los consulados de la Isla en México «no representan, auxilian o visitan a los detenidos».

«Hasta se niegan a asumir el traslado de los cadáveres de cubanos (balseros o no), desde México, aceptando que los lancen a la fosa común antes que trasladarlos a Cuba para que sus familiares les brinden santa sepultura», dijo.

López Ferrer, indicó que tras el encuentro con las organizaciones defensoras de los derechos de los emigrantes, el relator de la ONU visitó la estación migratoria de Tapachula (Chiapas), pero los responsables migratorios «desaparecieron a los presos cubanos, ocultándolos en los calabozos de una estación de Policía hasta días después».

En el documento entregado a Bustamante, la ACCM y la Casa del Balsero y el Migrante Cubano afirman que durante más de dos años han presentado sin éxito quejas, peticiones y denuncias «incluso hasta el nivel Presidencial». Agregan que la falta de soluciones contrata con las «sobradas demostraciones por parte del Instituto Nacional de Migración (INM) en cuanto a prepotencia, corrupción e impunidad».

Los grupos dicen asimismo haber recibido «amenazas indirectas, mediante testigos no dispuestos a declarar», de que se les prepara un expediente ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) para encarcelar a sus activistas.

«Resulta evidente que el INM, lejos de resolver sus graves problemas de corrupción e impunidad, en franco crecimiento, trata cada vez con más frecuencia de crear cortinas de humo descalificando y amenazando a cualquier defensor de asegurados», señalan.

Disposiciones legales que fomentan la corrupción

En el dossier, las organizaciones alertan sobre la posibilidad de que algunos cubanos sean encarcelados al regresar a la Isla, y sobre disposiciones migratorias mexicanas que consideran fomentan la corrupción en el trato a los indocumentados cubanos.

De acuerdo con los grupos, las disposiciones establecen la imposición de multas de 10.000 pesos mexicanos (unos mil dólares) por cada violación de la Ley General de Población.

Esta sanción «no se la aplican a otras nacionalidades, en una alusión no escrita al equívoco concepto de que todos los cubanos tenemos familia millonaria en Miami», afirman.

«Esto ha sido caldo de cultivo para todo tipo de extorsión, pagando el cubano, aparte de los 10.000 pesos, una fuerte cantidad (hasta 3.000 dólares) a los funcionarios corruptos para obtener que le apliquen ‘el derecho a multa y al oficio de salida definitiva’, cantidad enviada por los familiares ante el terror y las amenazas de deportación», añaden.

Según las organizaciones, «la extorsión no se limita a Migración», sino que se extiende a miembros de la Policía Federal Preventiva, la Agencia Federal de Investigación, la Procuraduría General de la República (Fiscalía) PGR, autoridades locales y traficantes.

«Una prueba son las incesantes y mágicas fugas de las estaciones migratorias, como por ejemplo la de Chetumal, Quintana Roo, en septiembre del pasado año, que costó a nueve familias la suma de 5.000 dólares por la salida de la prisión de cada uno, y 4.500 más por cada cubano para que los llevaran a frontera norte», denuncian en el documento entregado a Bustamante.

«A sus compañeros que no tuvieron el dinero para ‘fugarse’, los llevaron a declarar (…) sin que nada extraordinario sucediera con los jefazos migratorios; los trasladaron a Tapachula, Chiapas, y de allí hacia Cuba, donde permanecen en prisión en espera de juicio por el supuesto delito de piratería», indican.

Por otra parte, los grupos acusan a responsables cubanos de permitir la entrada por la costa sur de Pinar del Río o La Habana «de grandes embarcaciones, previo pago de derechos, (5.000 por cada traficado)».

Dichas embarcaciones llegan luego a Cancún o Isla Mujeres «sin que autoridad alguna los moleste», afirman. «Estos cubanos, cuyas familias en Miami pagan hasta 15.000 dólares para ‘engrasar’ la salida y todo el trayecto, jamás pisan una Estación Migratoria, ni son retornados a la Isla».

«Sin embargo, los verdaderos balseros, los más vulnerables, los que cruzan el Caribe en improvisadas embarcaciones a riesgo de sus vidas, los que no tienen capacidad económica para sobornar, reciben un trato más que riguroso de las autoridades migratorias de México y de los consulados de su país de origen, los cuales no los defiende ni representan, aceptando su repatriación para encarcelarlos o privarlos de todo derecho, incluyendo el trabajo», lamentan.

Los defensores de los derechos de los emigrantes aseguran en el documento que entre agosto y diciembre de 2007 se produjeron «al menos y tres fallecimientos por negligencia y maltrato en las estaciones migratorias de Cancún y Chiapas», y que el INM se ha negado a aportar «toda información al respecto».

Por: Periodistas de EL UNIVERSAL

Un nuevo conflicto entre La Habana y México está por estallar. El gobierno de la isla mantiene un forcejeo con la administración del presidente Felipe Calderón por el plazo en el que tiene que comprobar la ciudadanía de los migrantes indocumentados cubanos que son detenidos y confinados a los centros de detención del Instituto Nacional de Migración (INM).

Cuando los indocumentados son detenidos, sus gobiernos deben comprobar su nacionalidad para que sean repatriados a su tierra. De no ser así, pueden pagar una multa que les permite abandonar el país por cualquier frontera.

La Habana sostiene que ante el corto plazo que el INM otorga al gobierno de Raúl Castro para confirmar la ciudadanía de los detenidos, muchos de los cubanos son puestos en libertad mediante el pago de la multa. Diplomáticos cubanos comentan que la liberación de sus compatriotas se ha convertido, en más de un sentido, en un gran negocio para el instituto que encabeza la panista Cecilia Romero. Nos comentan que lo recaudado de manera oficial por las multas es un ingreso considerable para el INM, además de algunas “comisiones” que cobran empleados de esa dependencia para agilizar los trámites de los detenidos.

Los días pasan y la cuenta sube. Por cada día que los diputados del FAP no han asistido a trabajar, le deben al Estado 2 mil 600 pesos pues, según el reglamento del Congreso de la Unión, la inasistencia no justificada de diputados a una sesión ordinaria se penaliza con un descuento de un día de su dieta.

Sin embargo, la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, la perredista Ruth Zavaleta, aseguró que ella no pedirá descontar dietas, y afirmó que los legisladores no son empleados, sino representantes populares, por lo que los exhortó a que renuncien a su salario por propia voluntad. Ingenua doña Ruth. Ya se demostró con la microhuelga de hambre que los estómagos fapistas no saben de resistencias civiles pacíficas.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP) difundieron su órgano de comunicación Verde Olivo, cuyo tema central es un reportaje dedicado ¡al barrio bravo de Tepito! Siete de sus 14 páginas son dedicadas a esta zona del Centro Histórico capitalino, de la que ensalzan el carácter trabajador de su gente “y cómo han sabido capitalizar la corrupción y la libre empresa capitalista” para ganarse la vida más allá de la delincuencia. Es curioso el tratamiento que dan a un tema así en un texto subversivo, donde también se convoca a los integrantes de esa guerrilla a su segundo congreso ordinario, a realizarse en abril “en algún lugar por definir de acuerdo a las normas de la clandestinidad”, faltaba más.

La Secretaría de Seguridad Pública federal logró apagar un fuego. La dependencia que encabeza Genaro García Luna ofreció revisar uno a uno los casos de 30 agentes de la Policía Federal a quienes se negó la plaza por reprobar los exámenes de confianza. Los agentes aplazaron su intención de movilizarse frente a la dependencia hasta haber una respuesta.

Queridos Compatriotas:
 
Un año más de represión y dictadura en Cuba, un año más de protestas internacionales. Otro 18 de Marzo, cargado de lutos, de tristeza propia y ajena, «dolor infinito», como definiera nuestro José Martí al presidio político.
 
Cada cual se expresó acorde a  sus posibilidades, cada quien con su estilo, dependiendo hasta de la posición política que mantiene con el régimen de la Isla el País de residencia, la tierra prestada del exilio que a cada quién tocó; pero nuestra voz se escuchó, el mensaje llegó, el grito de solidaridad con nuestros presos de conciencia estremeció a muchos, incluso a los que expectantes y temerosos se ocultaron tras las ventanas de las embajadas y consulados cubanos o enviaron espias y emplazaron cámaras preocupados por nuestros actos públicos. No importa lo mucho o poco que hayamos hecho, no es torneo competitivo, no hay jueces calificadores: Lo importante es que lo hicimos, y lo más importante aún es que cada año, mientras nuestra Patria continúe embarrada por esta nauseabunda Gerontocracia que nos desgobierrna y encarcela y destierra y asesina; pueden estar convencidos que alzaremos la voz, cada vez con más coraje, clamando por nuestros derechos y los de todos los cubanos impedidos hoy de decir al mundo lo que nosotros no callamos.
 
Una calurosa felicitación para todos los participantes, y atreviéndome otro año más a expresarme a nombre del este magnífico grupo de patriotas diseminado por el mundo pero hermanados por la misma causa libertaria, entregamos nuestro profundo agradecimiento a Pedro López y a Gonzalo Fernández por ser los organizadores de estas manifestaciones en apoyo a lo más vulnerable de nuestro pueblo: Los presos políticos.
 
¡¡¡ Viva Cuba y los cubanos. Viva la Democracia. Vivan nuestros Presos de Conciencia. Abajo la tiranía de los Hermanos Masacre. Arriba la Disidencia Interna. Arriba el Exilio. Viva la Libertad !!!.
 
Para todos un fuerte abrazo cubano y que VIVA CUBA LIBRE !!!
 
Lic. Eduardo Matías López Ferrer.
Asociación Cívica Cubano-Mexicana y Casa del Balsero y el Migrante Cubano capítulo México.

Castro no necesita «el bloqueo», lo que necesita es el subsidio de los exiliados que tanto han insultado por medio siglo. Son las «remesas» que se mandan desde Miami, las que mantienen a la dictadura en pie; no el supuesto petroleo de Venezuela, eso solo es una sobresimplificacion. Por eso vemos estas intentonas de «reuniones» entre la dictadura y la «emigracion».
 
Frank Resillez

Por Emilio Cortés Irarragorri.

ONU-Mexico
En conferencia de prensa en la sede mexicana de la ONU, el Dr. Jorge Bustamante, Relator Especial para los Migrantes, y Jadranka Mihalic, Directora del Centro de Información Naciones Unidas.
 
El Instituto Nacional de Migración de México, perteneciente a la Secretaría de Gobernación de este País, protagonizó otro escándalo al aplicar una especie de secuestro de estado a un nutrido grupo de migrantes cubanos detenidos. La razón para ello fue evitar a toda costa que fueran entrevistados dentro de la estación migratoria de Tapachula, Chiapas, por el Dr. Jorge Bustamante, Relator Especial de la ONU para los Migrantes, como parte de las actividades programadas en su visita oficial a este País, que concluyó el pasado sábado.
 
«Nos dijeron que el traslado era por una visita que si nos veía nos tenían entonces que deportar a Cuba» narra una de las cubanas detenidas a un familiar. «Durante esos días nos tuvieron en los calabozos de una especie de estación de policía, muy sucios y en peores condiciones que la estación migratoria».
 
A los familiares que trataban de comunicarse telefónicamente, les argumentaron «que ellos llamarían desde donde estaban, pero que por el momento no podían recibir llamadas». Los incomunicaron, violando la Ley General de Población y su Reglamento. Los «desaparecieron», y declararon ante la ONU que no quedaban cubanos allí, que todos fueron liberados. Migración no quería por ningún motivo que los cubanos declararan sobre los abusos, las extorsiones, los dilatados procesos, las amenazas, la corrupción, los problemas de alimentación y medicinas, las elevadas multas de mil dólares en franca discriminación contra una nacionalidad, el permanente «convencimiento» para que no asuman defensa alguna.
 
«Los oficiales nos amenazan con ejemplos de los compañeros detenidos largos meses por acá.  Nos dicen que ellos se ampararon ante un Juez, y por eso se tardan más. Otros que apelan a la COMAR también se pasan muchos meses detenidos y al final la COMAR siempre les niega el refugio. Nos dicen que lo mejor es no defendernos, a pesar del riesgo a la deportación».
 
La COMAR, ( Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados), recibió la estafeta del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ( ACNUR), para que tomara la responsabilidad en territorio mexicano de amparar a los posibles refugiados. El gran error de la ONU fue no entender que por estar subordinada la COMAR a la misma Secretaría de Gobernación a que pertenece Migración, todas las decisiones quedan en casa. Los procesos son ultrasecretos, no tienen independencia alguna pues permiten que su Comité de Elegibilidad, ( algo así como la Santa Inquisición), esté integrado por Gobernación e incluso por Migración; niegan posibilidad de que alguien represente jurídicamente a los migrantes, no les comunican a los interesados los pasos que están dando o el gradual estado de su situación, y casi siempre se pasan del término de ley para resolver.  Recientemente la COMAR negó toda posiblidad de refugio en México al disidente cubano Jorge Luís Cruz Arencibia y su familia, detenido en la propia estación migratoria de Tapachula, Chiapas, siendo que en cualquier buscador de Internet con sólo poner su nombre aparecen noticias de su anterior encarcelamiento y torturas dentro de Cuba.
 
Esta no es la primera ocasión en que los presos cubanos son «desaparecidos» por migración. Al concluir el primer trimestre del 2002 también se produjo la visita oficial de la entonces Relatora Especial para los Migrantes de la ONU, la señora Gabriela Pizarro, y los presos cubanos de la estación migratoria en Las Agujas, Iztapalapa, conjuntamente con los de origen árabe, fueron trasladados en máximo secreto a muchas millas de distancia hasta una base  naval militar en Champotón, Campeche, para impedir igualmente que la ONU tuviese conocimiento de su situación. Este grupo de cubanos, luego de una extensa huelga de hambre, fué conocido como «los héroes de Champotón», y algunos llegaron casi al año de privación de libertad.
 
En el último trimestre del 2007 se produjeron tres decesos de cubanos detenidos por carencia de documentos en los Estados de Quintana Roo y Chiapas, pero el Instituto Nacional de Migración niega toda información al respecto. Tampoco permite que las organizaciones defensoras de derechos de los migrantes tengan contacto con ellos, argumentando que existen oficinas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en cada estación, las cuales no han rendido los resultados esperados para los migrantes porque sus funciones están limitadas y no pueden por estatutos asumir la representación y defensa de los mismos.
 
En estos momentos se espera que la firma de acuerdos migratorios entre México y Cuba agudice aún más la situación de los migrantes cubanos en este País, sobre todo la de los llamados «balseros». De ser así, y argumentando que la migración cubana no es económica sino política, producto de un sistema totalitario que se extiende por casi cincuenta años; organizaciones del exilio cubano están analizando extenderle la consideración de «presos políticos» a los indocumentados cubanos detenidos en México, Belice y Bahamas, por ser éstos los países que más lastiman a la población cubana.

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